¿Motivación social en matemáticas? La idea parece violar nuestras preconcepciones, pero ahora tenemos evidencia que las adaptaciones sociales del cerebro humano pueden ser fuente de estrategias educacionales muy efectivas. Sí, matemáticas y habilidades sociales se potencian.
Educar con calidad suena simple, pero hay varios desafíos. Primero, existe una abrumadora cantidad de estrategias pedagógicas. Están las pedagogías centradas en el estudiante, las personalizadas, las constructivistas, las de trabajo en equipo, las de indagación y las de resolver problemas donde los estudiantes no conocen procedimientos de resolución.
Hay diferentes tipos de textos, plataformas digitales, juegos y materiales. Por si esto no fuera poco, están los programas de desarrollo profesional docente que vienen en múltiples sabores. Los que promueven más autonomía docente, los más prescriptivos, las mentorías, y las capacitaciones e- y b-learning.
Segundo, medir impacto toma tiempo y recursos. Es esencial recoger muestras de varias decenas de cursos que permitan separar efectos como el del profesor, aleatorización para evitar el sesgo de selección, intervenciones de duración de un año que aseguren que resultados no sean efecto de la novedad, y tests independientes de los implementadores (Cheung & Slavin, 2015).
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Fuente: La Tercera